Bar pizzería Piscina de Montemayor - Montemayor, Córdoba

Antonio C.

Llegamos a las 20.00 y nos pusieron en un tendón con los calefactores apagados y 10 grados fuera. Pedimos 1 de croquetas de rabo de toro, una hamburguesa, una copa de tinto y un fino. A pesar del frio, la hamburguesa fue una de las peores que he comido en mi vida, en comparación la del mercadona parece Gourmet. La carne directamente del congelador, alta 2 milímetros, y al llegar sin ninguna salsa me toco abrirlo, y ver el contenido, una naturaleza muerta con una loncha de bacon y 2 pedazos de ensalada encontradas por caso, y a temperatura ambiente (pan y contenido, o sea 10 grados). Pero a pesar de todo la sorpresa llegó con la cuenta, 4.50 una copa de vino tinto que llegó frio casi congelado, probablemente de cartón, de calidad discutible pero a precio de ribera top bebido en la plaza central de Córdoba. En fin las croquetas salían 5.50 en la carta, y nos la cobraron 6 euros, teniendo incluso que pedir de vuelta la diferencia.

Anabel R.

Espectacular!! Servicio muy amable y familiar, comida muy buena típica en zona lo recomiendo 100%, ideal para ir con niños, comida buenísima precio muy asequible y cantidad. El próximo año volvemos seguro.

Antonio J.

Pedimos a domicilio dos pizzas, una hot dog y una marinera y estaban buenísimas, la base y los ingredientes muy buenos. Y el repartidor muy majo. Repetiremos sin duda.

José C. H. R.

Los camareros super atentos y serviciales
La comida está muy bien

Alicia C.

Para Elena:
Era la primera semana que el bar abría, hubo fallos como es normal, fallos que ya se han mejorado.
Los camareros para que lo sepas tienen 18 y 21 años y ahora lo hacen estupendamente, otra cosa la familia que lo ha cogido tiene experiencia ya que tu dudas de ella.
Y para tu información, eres la primera persona que se queja de la cantidad de comida en el plato, ya que a todo el mundo le sobra y parece suficiente para los precios que hay.
Así que esperamos que te hayas quedado agosto y te invitamos a que vuelvas por aquí pronto.
Un saludo

Elena M. G.

No doy menos estrellas porque no puedo.
El bar lo han tomado una nueva familia que nunca se ha dedicado al servicio de la hostelería.
Los camareros son nuevos, no superarán los 16 años. Teníamos reserva a las 14.30. Los camareros pasaban dando vueltas en redondo, entendible porque son jovencillos y es su primera semana. No obstante, no me parece ni medio normal que nos tuvieramos que levantar a dar la comanda de la bebida.
Por otro lado, con la comida estuvimos llamando mucho rato y no nos prestaban atención. Nos acercamos a la barra y la pedimos. Alrededor de las 16h, pudimos comer y porque llamamos la atención de una de las chicas. Habian puesto nuestra comida para llevar cuando en ningún momento le dijimos eso.
Los platos de comida no son nada completos, pedimos raciones y casi todo era medias raciones. Para nada conforme con el servicio.
Quizás es una zona dónde solo pueden servirse bocadillos, porque eso si, esto tiene una pintaza tremenda.
Tiene que mejorar el servicio para poder repetir, porque sin duda la piscina es increible y para nada masificada. Están perdiendo gente por el servicio.
Los precios son asequibles.

CONTESTACIÓN A ALICIA.

En primer lugar, comentarle que si todo el mundo ha tenido una buena experiencia, me alegro mucho por ellos y que repitan. Muchas gracias por información que no le pedí y que pude ver por mi misma.
En mi caso y en el de mi familia, la experiencia fue nefasta. No pongo en duda la experiencia de la familia que lleva el negocio, pero sí la práctica de los chavales, que en vez de atendernos, se dedicaron a dar tumbos a hablar con sus amigos. Si poco a poco van mejorando, me alegro por ellos.

Por otro lado, las raciones fueron completamente escasas porque se equivocaron con la comanda y pusieron la comanda para llevar. Como puede usted, doña Alicia, no voy estar increíblemente contenta después de estar esperando dos horas para comer.

Un saludo.

Juan R.

Curiosamente, pese a tener bocadillos en la carta, cuando pregunté al camarero si podía pedir uno, me contestó -después de consultarlo con el dueño- que no, que bocadillos no sirven.
Si les renta más servir raciones, que quiten los bocadillos de la carta. Sencillo, incluso para ellos.
Del resto, el flamenquín, que imagino quieren presentarlo como su plato estrella por el tamaño, seco cual zapatilla.
No entienden, además, la diferencia entre un café con leche del tiempo, templada, y un café frío como recién sacado de la nevera.
Y de propina, voces e insultos entre ellos que se escuchaban perfectamente en las mesas.
Horrible.

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Edito para poder contestarle, señora.

Los bocadillos a ciertas horas del día dice... Y como todo el mundo sabe, la hora del almuerzo no es la más apropiada para vender bocadillos... Claaaaro.
Mucho mejor venderlos de madrugada, por ejemplo.

Si el flamenquín que me comí estaba más seco que una babucha, qué le digo? No lo quiso ni mi perro cuando se lo llevé.

Y de qué estrés me habla? Solo había dos mesas ocupadas, y ambas tomando sólo cafés (el episodio de las voces fue en mi segunda visita, cuando sólo me atreví a tomar un café, habida cuenta de que la comida, en la anterior ocasión, había sido un fracaso) . Yo no soy un cliente difícil, usted sí es un hostelero que no tiene ni idea.
Los ladridos e insultos que le estaba dedicando a quien sea, se escuchaban desde Narnia.
Vergonzoso.

Inma S.

Especialidad en gigantescos flamenquines y san jacobos que están muy buenos y a muy buen precio, pero él personal deja mucho que desear, servicio muy muy lento. Tardamos mas de media hora solo para que nos tomaran nota de la bebida, simplemente los camareros se paseaban a nuestros lado y no nos atendían porque no daba abasto(y él bar ni estaba lleno) y ya ni contar lo que tardaron en traernos la comida.