Restaurante La Rebotica - Cariñena, Zaragoza

Lore R.

He estado comiendo en varias ocasiones y lo recomiendo muchísimo. La atención y amabilidad de Clara, el acogedor espacio, y la comida, lo hacen un restaurante excepcional. En la última ocasión degustamos los platos de las imágenes. Relación calidad precio inigualable.
Sin duda, para repetir más veces.

Derak

De los mejores sitios donde he comido. Todo suma, ambiente, atención, comida… todo perfecto. Se nota el amor que ponen en cada detalle. Ojalá poder volver pronto. Eso
si, obligatorio reservar mesa con tiempo.

Agustin Nuevo

Rte especial en el centro de Cariñena. Te cobran 10€ por reservar de cada comensal y luego te lo descuentan de la cuenta.
Debía ser una antigua Rebotica y tiene diferentes cuartos para comedor. Comimos tres comensales y de primero pedimos un steak tártara y una lasaña de morcilla al centro y de segundo pedimos carrileras, Bacalao y Manitas y de postre unas torrijas y una tarta de queso y estaba todo delicioso y las raciones eran generosas y el servicio muy amable. Ha aumentado las expectativas que teníamos cuando nos lo recomendaron

Javier García

Sólo por conocer a Clara, la segunda generación de la familia al frente del restaurante, merece la pena la visita. Cercana, amable, cariñosa... se acaban los calificativos para describir la calidez con la que nos trató, a nosotros y a nuestro hijo (al que acabó regalando un juguete de su hijo incluso).

La cocina que ofrecen es cocina tradicional aragonesa, actualizada "a los nuevos gustos" y siempre respetando el producto de calidad. Cuentan con varios menús degustación que hay que solicitar con mínimo tres días de antelación y la posibilidad de pedir de la carta. Nosotros, faltos de planificación desde que anda en el mundo, sólo pudimos optar por lo segundo.

- Ensalada de longaniza asada, cebolla dulce estofada y jamón crujiente. Sorprende encontrar longaniza en una ensalada pero fue una grata sorpresa. El único pero que le pondríamos sería el tamaño del plato en el que viene servida, a todas luces demasiado pequeño.
- Alcachofas con papada. Buen producto bien tratado.
- Lasaña de morcilla y setas. Dicen que es su plato más antiguo, creado en 1990. Normal que lo sigan manteniendo porque está muy rico.
- Albóndigas estofadas en salsa de ciruelas y cebolla. El punto dulce de la salsa junto con la carne lo hace un plato para repetir.

De postre probamos algo muy típico de la zona, los crespillos de borraja con miel y helado. Para el que no los conozca, son las hojas de las borrajas cubiertas de una masa de buñuelo y fritas. Lo más parecido que nos viene a la mente son los paparajotes murcianos, con la diferencia de que del crespillo se come todo y del paparajote dejas la hoja del limonero. En cualquier caso, no nos convencieron mucho al saber únicamente a la masa.

PRECIO: 27,80€ por persona, por supuesto acompañando la comida con una copa de vino ? de Cariñena.

Correo Hbt

Local acogedor lleno de pinturas. Platos bien cocinados y generosos. Sabores actualizados. Atención amable. Si pasas por la autopista merece un desvío. Los vecinos no se lo pierden.

Lwrence Estella

Cuando te desvias de tu ruta, tan solo para comer en este lugar, es que lo merece. Cliente de este lugar desde hace mas de 25 años. Primero con Nati y Silvestre. Y desde hace unos años con Clara y Míriam. Es un placer la comida, la atención y las recomendaciones de vinos de la zona. Seguíremos adaptando nuestra ruta para parar un "ratico" en La Rebotica

Maria J. Solsona

Atención y servicio maravillosos. La comida muy bien elaborada, con ingredientes de buenísima calidad y un toque original en todos los platos. Hemos probado la ensalada de longaniza, el flan de foie, las borrajas, la lasaña de morcilla, albóndigas, manitas... Con ganas de volver a probar el resto de la carta!

Alvaro Calvo Minguell

Fuimos a comer desde Zaragoza y la verdad que mereció la pena. Un amplio surtido en la carta. Os recomendaría dejaros aconsejar. La calidad de cada plato estaba a su altura. Todo muy bueno acompañado de muy buenos vinos. El lugar es acogedor. Destacar la amabilidad del servicio, agradecidos a una magnífica atención. Volveremos